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COMO ACTÚA LA VITAMINA C
- Para nuestra piel el ascorbato es imprescindible. Protege las membranas celulares, reforzando su resistencia y actuando sobre los intercambios entre células, activándolas, estimulando su funcionamiento, y en última instancia retrasando su envejecimiento. Se la reconoce como una de las mayores armas antienvejecimiento que existen, por su capacidad antioxidante. Un antioxidante es una molécula capaz de retardar o prevenir la oxidación de otras moléculas. La oxidación es una reacción química que produce radicales libres que propician reacciones en cadena que dañan e incluso matan células. Los antioxidantes inhiben estas reacciones de oxidación, oxidándose ellos mismos. Por ello, un buen aporte tópico de vitamina C ayuda a prevenir el deterioro de nuestras células cutáneas, combatiendo los radicales libres.
- Se la considera también imprescindible en la formación del colágeno, ya que participa activamente en el proceso de su síntesis. La vitamina C une diferentes elementos moleculares permitiendo con ello que el colágeno asuma su estructura de triple hélice. Su ausencia en este proceso provoca la formación de un colágeno defectuoso que se traduce en una piel quebradiza y poco elástica. De esta manera la vitamina C se convierte en un nutriente esencial para el desarrollo y mantenimiento del tejido. El aumento local de la vitamina C significa por tanto favorecer de forma significativa la producción del colágeno con la consiguiente mejoría de la elasticidad cutánea y mayor resistencia de la pared de los vasos capilares.
- Neutraliza los radicales libres y regenera la vitamina E: ambas acciones conducen a una disminución en la formación de los “lipoperóxidos”, que son las sustancias que originan el envejecimiento.
- Además la vitamina C , aplicada localmente, previene la formación de posibles tumores cutáneos debidos a los daños provocados en el ADN por los rayos UVB
COMPONENTES: ácido ascórbico, vitamina E, parafina, pantenol y retinol
Más sobre la VITAMINA C
La vitamina C está presente en el organismo principalmente en el hígado, hipófisis, cristalino, leucocitos, glándulas suprarrenales, ... En el cutis, en cambio, se halla en cantidades mucho más inferiores.
Muchos agentes exógenos, a los cuales estamos expuestos a diario, pueden originar un consumo creciente de esta vitamina y por consiguiente producir la correspondiente carencia. Esta situación tiene lugar mayormente en situaciones de estrés psico-físico, cuando se ingieren algunos fármacos, con la exposición exagerada a los agentes contaminantes atmosféricos (radiaciones, toxinas industriales, …) y con el consumo de alcohol y tabaco. Un cigarrillo destruye de 25 a100 mg. de vitamina C.
Por otra parte, hasta una alimentación denominada “equilibrada” puede resultar insuficiente para una adecuada aportación de vitamina C, y eso es debido a la escasa estabilidad del ácido ascórbico que se pierde mayormente por la conservación, preparación y cocción de los alimentos.
Consecuentemente, aunque un buen zumo de naranja nos aporta entre 15 y 35 mg. de vitamina C, una adecuada integración diaria de este producto nos preserva de los daños causados por los radicales libres a las distintas estructuras celulares de nuestro organismo.
Son muchos los estudios científicos que demuestran como algunos nutrientes antioxidantes, entre los cuales destaca la vitamina C, contribuyen a la defensa de algunas patologías degenerativas, enfermedades cardiovasculares, cataratas y envejecimiento cutáneo.
A nivel cutáneo la vitamina C disminuye con el paso delos años. De hecho, el envejecimiento cutáneo presenta una disminución de la microcirculación dérmica, con la consiguiente reducción en la aportación de substancias nutritivas a las células y por lo tanto de la misma vitamina C.
Es por ello que nació el interés por el uso de la vitamina C, junto con otros antioxidantes, no solo vía oral, sino que también por vía tópica, intentando así obtener las elevadas concentraciones locales del producto.
Si vas a tener una jornada muy larga, no olvides llevarte un tarrito con Sérum Vitamina C y aplícatelo a media tarde sobre los pómulos. Unas gotitas bastarán!. ¡¡Ya verás cómo cambia tu rostro al instante!!
Al tener una concentración mayor de activos no es necesario, aplicar una gran cantidad de producto, sino que unas pocas gotas repartidas por el rostro, cuello y escote serán suficientes. Lo ideal es aplicarlos por la mañana y por la noche justo antes de la crema hidratante pero si solo puedes aplicártelo una vez al día, entonces que sea por la noche antes de ir a dormir, ya que es durante el sueño cuando las células se regeneran más. Es importante masajear la zona a la hora de aplicar el producto, con masajes suaves desde el interior hasta el exterior del rostro con movimientos ascendentes. Aplicalo mediante pequeños toquecitos con las yemas de los dedos para aprovechar al máximo toda la cantidad y favorecer la penetración.